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El “Grupo antiisraelí de La Haya” requiere escrutinio

March 15, 2025

El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa pronuncia el discurso inaugural durante la Conferencia Nacional sobre el Estado de los Derechos Humanos en Boksburg, Sudáfrica.

El artículo del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa publicado el 25 de febrero, en Foreign Policy —coescrito por el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim; el presidente de Colombia, Gustavo Petro; y Varsha Gandikota-Nellutla, asesora política de izquierda y co-coordinadora general de la Internacional Progresista— difunde desinformación sobre Israel y, al mismo tiempo, sirve como un llamado a la acción para fomentar sentimientos antiisraelíes y antijudíos.

Entre las falsedades, el artículo afirma que la muerte de “61,000 personas” indica un sistema internacional fallido y un genocidio; una afirmación que dista mucho de la realidad. La cifra de muertos en sí misma ya es cuestionable, ya que proviene del Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, que tiene el perverso incentivo de inflar el número de muertos para condenar a Israel. La cifra tampoco distingue entre civiles y combatientes.

El artículo tampoco menciona los crímenes cometidos por terroristas de Hamás, ni la orden de arresto de la Corte Penal Internacional [CPI] contra un líder de Hamás, ahora fallecido; que ayudó a ejecutar la masacre en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que desencadenó esta brutal guerra.

El contenido del artículo no sorprende, dado que sus autores son miembros del Grupo de La Haya, que incluye a Belice, Bolivia, Chile, Cuba, Colombia, Honduras, Malasia, Namibia, Senegal y Sudáfrica. Los organizadores afirman que el grupo se fundó para combatir las violaciones del derecho internacional humanitario, pero que su enfoque principal se ha centrado en atacar al Estado de Israel.

El Grupo de La Haya ha pedido a sus estados miembros y a otras naciones, que impongan un embargo de armas a Israel e impidan que los buques que transportan suministros militares a Israel atraquen en sus puertos. Sin embargo, el gobierno de Ramaphosa no tuvo reparos en albergar ejercicios militares rusos, a pesar de que el país se encuentra actualmente inmerso en una brutal guerra de conquista sobre Ucrania. Además, si bien el gobierno sudafricano investigó y se declaró inocente de cargar municiones y armas en el Lady R —un buque ruso que atracó en una base militar sudafricana en 2022—. No deben ignorarse las acusaciones de Estados Unidos de que el barco transportaba equipo militar a Rusia. El gobierno sudafricano, y Ramaphosa en particular, no tienen derecho a alegar adhesión al derecho internacional, ya que el anterior presidente del país, Jacob Zuma, se negó a arrestar al presidente y caudillo sudanés Omar al-Bashir, contra quien la CPI había emitido una orden de arresto en 2010 por cargos de genocidio, con un saldo de entre 200,000 y 400,000 muertes previstas. Ramaphosa era vicepresidente en ese momento.

El propio Grupo de La Haya también requiere un mayor escrutinio.

Entre las organizaciones que apoyaron la fundación del grupo se encontraban Al-Haq, el Centro Al Mezan para los Derechos Humanos y Samidoun, todas ellas entidades vinculadas al Frente Popular para la Liberación de Palestina, una organización terrorista extranjera designada. La Internacional Progresista, cuyo co-coordinador general preside en funciones el Grupo de La Haya, también ha declarado que Israel es un “proyecto colonial y un puesto de avanzada imperial”, una afirmación factualmente incorrecta, que implica un deseo de destrucción del propio Israel. Toda la formulación del Grupo de La Haya parece una forma de usar el derecho internacional como excusa para condenar a Israel, en lugar de un principio real que defienden.

El Grupo de La Haya y la Internacional Progresista no han sido transparentes con sus datos financieros, donantes ni fuentes de financiación, lo que genera inquietud sobre quién paga los gastos y sus intenciones. Esto se vincula con preguntas sobre el momento en que Sudáfrica presentó las acusaciones de genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, ya que el Congreso Nacional Africano (CNA) gobernante del país, logró escapar de una crisis financiera antes de las elecciones generales de 2024.

El Grupo de La Haya no es un grupo de humanitarios con principios. Es, más bien, una camarilla de actores anti-occidentales que impulsa una agenda anti-israelí, motivada por la codicia y el odio. Con tanta hipocresía, el artículo de Foreign Policy debería considerarse, con razón; desinformación y propaganda del odio.

 
Traducido por Chuy González – Voluntario en Puentes para la Paz    

 

Posted on March 15, 2025

Source: Un artículo por Nicolas Woode-Smith, originalmente publicado por Jewish News Syndicate el 13 de marzo de 2025. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy). Puedes ver el artículo original en este link.

Photo Credit: https://www.jns.org/anti-israel-hague-group-requires-scrutiny/