El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, teniente general Eyal Zamir (centro), durante una visita a la zona de Rafah, en el sur de Gaza, el 18 de marzo de 2025
A las 2:20 a. m., hora local, la Fuerza Aérea Israelí [FAI] reanudó sus operaciones a gran escala, contra Hamás y la Yihad Islámica Palestina en Gaza. En el primer grupo de unos 80 objetivos alcanzados en cuestión de minutos, se encontraban miembros de alto y mediano rango del régimen político de Hamás, y emplazamientos militares clave.
El primer ministro Benjamín Netanyahu autorizó la reanudación de las operaciones militares, mientras que el gobierno israelí y las fuerzas de seguridad, coordinaron la decisión de reanudar las operaciones contra el régimen terrorista en Gaza.
La decisión se produjo tras la reiterada negativa de Hamás a liberar rehenes, a pesar de los múltiples esfuerzos de mediación, en particular, los liderados por el enviado estadounidense Steve Witkoff, según Netanyahu. Los nuevos ataques marcan un cambio decisivo en el enfoque de Israel, indicando tanto una escalada militar, como la determinación política de lograr sus objetivos bélicos.
Sin embargo, según ha sabido JNS, la reanudación de las operaciones militares israelíes se debió, no solo a la negativa de Hamás a liberar rehenes, sino también, a información clara de inteligencia que indicaba que la organización terrorista había utilizado el período de alto al fuego, para fortalecer su capacidad militar. Durante la tregua de dos meses, que comenzó el 19 de enero, Hamás trabajó para reconstruir sus fuerzas; acumular armas; y prepararse para futuros ataques.
La respuesta israelí se dirigió contra comandantes de rango medio de Hamás, figuras destacadas de su ala política e infraestructura terrorista clave. Los ataques formaron parte de un esfuerzo militar sostenido, diseñado para debilitar la capacidad operativa de Hamás y, al mismo tiempo, presionar para la liberación de rehenes.
El momento de la operación, también se vio influenciado por las evaluaciones de inteligencia que indicaban, que Hamás estaba preparando nuevos ataques. Se había observado al grupo reforzando sus posiciones militares y colocando explosivos a lo largo de las rutas de entrada previstas para las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel].
Estas actividades sugerían un esfuerzo concertado, para prepararse para un nuevo ataque transfronterizo contra comunidades israelíes, lo que llevó a las FDI a actuar preventivamente. Se espera que la operación militar continúe el tiempo que sea necesario, con un alcance que podría ampliarse, en función de los acontecimientos en el campo de batalla y diplomáticos.
Las reiteradas declaraciones de Hamás sobre su intención de llevar a cabo nuevos ataques, reforzaron la percepción de que simplemente estaba utilizando el alto al fuego, como una pausa táctica para preparar más ataques mortíferos contra Israel. La inteligencia israelí había estado siguiendo de cerca las actividades de Hamás, y concluyó que sus líderes seguían comprometidos con su objetivo, de llevar a cabo nuevas operaciones a gran escala en territorio israelí.
Dada esta evaluación, esperar más habría permitido a Hamás atrincherarse aún mejor. Si bien la fase actual de la operación sigue centrada en los ataques aéreos, las autoridades israelíes han indicado, que una escalada militar sigue siendo una posibilidad. La extensa campaña aérea de las FDI se ejecutó con una fuerza abrumadora.
Un comunicado conjunto de las FDI y el Shin Bet (ASI) el martes, declaró que “continúan atacando objetivos terroristas pertenecientes a las organizaciones terroristas Hamás y la Yihad Islámica Palestina, en toda la Franja de Gaza. Los objetivos atacados en las últimas horas incluyen: células terroristas, puestos de lanzamiento, arsenales de armas e infraestructura militar adicional utilizada por estas organizaciones terroristas, para planificar y ejecutar ataques contra civiles israelíes y soldados de las FDI”.
Los ataques sorprendieron a Hamás. La escala y la velocidad del ataque se diseñaron para infligir el máximo daño y minimizar la capacidad de Hamás para responder eficazmente.
Según un comunicado posterior de las FDI y el Shin Bet, la operación resultó en la eliminación de altos cargos de Hamás, entre ellos:
Essam al-Da’alis, jefe del gobierno de Hamás en Gaza y la máxima autoridad en Gaza.
Mahmoud Marzouk Ahmed Abu-Watfa, ministro del Interior de Hamás y jefe de sus fuerzas de seguridad interna, que, según las FDI, también se utilizaban para misiones terroristas.
Bahajat Hassan Mohammed Abu-Sultan, jefe de las fuerzas de seguridad interna de Hamás, quien participó en actividades terroristas.
Ahmed Amar Abdullah Alhata, ministro de justicia de Hamás, cuya función incluía el uso de instituciones legales controladas por Hamás con fines terroristas.
Los asesinatos selectivos de estas figuras, debilitaron significativamente la estructura organizativa interna de Hamás y afectaron su capacidad para mantener la gobernanza y la coordinación militar.
El coronel (reserva) Yaron Buskila, exoficial de operaciones de la División de Gaza de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), declaró a la prensa en una llamada organizada por el Club de Prensa de Jerusalén el martes: “En realidad, este ataque tenía tres objetivos. El primero, y creo que el más importante, es eliminar la amenaza inmediata de una incursión de Hamás contra las posiciones israelíes o contra las aldeas israelíes. Y conocemos estas amenazas. En los dos últimos meses desde el alto al fuego, Hamás intentó armarse de nuevo y prepararse para la siguiente ronda”.
Añadió: “Hemos recibido numerosas alertas de que Hamás se está preparando para una incursión. Pueden ser civiles que trabajan en el terreno junto a la frontera o contra las aldeas israelíes”.
El segundo objetivo, según Buskila, “es obligar a Hamás a volver a la mesa de negociaciones según los términos de la primera ronda”. Hamás está intentando actualmente organizar negociaciones que le permitan mantenerse como gobernante y fuerza armada de Gaza y preparar un nuevo ataque masivo contra Israel al estilo del 7 de octubre, según Buskila.
“Nunca sabemos cuándo [Hamás intentará atacar de nuevo]. Y eso es algo que no podemos permitir. Tenemos que quedarnos, dejar nuestras fuerzas en el Corredor de Filadelfia y volver a entrar en Gaza para luchar contra Hamás, para asegurarnos de que Hamás no permanezca más en Gaza. De lo contrario, simplemente se armarán de nuevo y se prepararán para la siguiente incursión”.
El tercer objetivo, según Buskila, es eliminar las amenazas a Israel, como los artefactos explosivos, cohetes y misiles antitanque que Hamás colocó en viviendas de Gaza, a lo largo de las carreteras por las que se espera que las FDI entren en una futura operación terrestre.
Buskila enfatizó que “Israel está intentando agotar todas las vías posibles para liberar a los rehenes”, añadiendo, sin embargo, que “tenemos claro que Hamás no liberará a todos sin lograr su objetivo, ya que [los rehenes] son solo activos que tienen en sus manos”.
“Así que, si quieren cambiar los términos de la próxima negociación, tenemos que entrar en Gaza, volver a luchar y volver a la mesa con términos que sean mejores para Israel”.
En una declaración a la nación el martes, Netanyahu dijo: “Hamás rechazó una tras otra oferta para liberar a nuestros rehenes. En las últimas dos semanas, Israel no inició ninguna acción militar con la esperanza de que Hamás cambiara de rumbo. Pues bien, eso no ocurrió. Si bien Israel aceptó la oferta del enviado especial del presidente Trump, Steve Witkoff, Hamás se negó rotundamente a hacerlo. Por eso ayer autoricé la reanudación de la acción militar contra Hamás”. El ministro de Defensa, Israel Katz, reforzó este mensaje durante una visita a la base aérea de Tel Nof, en el sur de Israel, declarando: “Hamás debe comprender que las reglas del juego han cambiado. Si no libera de inmediato a todos los rehenes, se abrirán las puertas del infierno y se enfrentará a toda la fuerza de las FDI —por aire, mar y tierra— hasta su destrucción total”.
El teniente general Eyal Zamir, nuevo jefe del Estado Mayor de las FDI, visitó Rafah, en el sur de Gaza, el martes y reiteró el compromiso de las FDI con la seguridad del sur de Israel, diciendo a las tropas: “Su misión es proteger a las comunidades de aquí. Estamos participando en una operación continua contra Hamás, junto con la plena obligación de las FDI de repatriar a los rehenes”.
Por el momento, la operación sigue siendo una campaña aérea, pero las autoridades israelíes han dejado claro que se producirá una incursión terrestre si Hamás continúa negándose a cambiar su postura.
ENFOQUE DE ORACIÓN: Oremos por el desarme y la desmilitarización completos de todas las fuerzas hostiles en Gaza, en particular Hamás y la Yihad Islámica Palestina. Oremos para que las FDI logren sus tres objetivos: el primero, y más importante: eliminar la amenaza inmediata de una incursión transfronteriza similar a la del 7 de octubre de 2023. Oremos por los rehenes que aún permanecen retenidos en Gaza y por sus seres queridos en Israel, clamando por una intervención divina para liberarlos.
VERSO BÍBLICO: «Ciertamente así dice el Señor: «Aun los cautivos del poderoso serán recobrados, y rescatada será la presa del tirano. Con el que luche contigo Yo lucharé, y salvaré a tus hijos»«.
– Is 49:25 NBLA
Publicado en marzo 20, 2025
Fotografía por: IDF/jns.org
Todos los logotipos y marcas registradas en este sitio pertenecen a sus respectivos propietarios. Todos los demás materiales son propiedad de Puentes por la Paz. Copyright © 2025.
Website Site Design by J-Town Internet Services Ltd. - Based in Jerusalem and Serving the World.